Canción de Hielo y fuego

lunes, 10 de noviembre de 2008

>Desde hace tiempo, venía fraguando hablar de uno de los libros que mejor impresión y más ilusión me han causado en los últimos años. Se trata de la saga creada por George R. R. Martin, “Canción de Hielo y Fuego”, con la que el vacío en que me dejó terminar todas las obras escritas por Tolkien ha sido mitigado. Como tenía ganas de compartir este descubrimiento en el Patio de los Senescales, me he decidido, junto con mi inseparable Andrómaca, a embarcarnos en una semana temática dedicada a su primer volumen, JUEGO DE TRONOS.

Prevista como una heptología, Martin comienza su obra descubriéndonos y confiándonos los Siete Reinos de Poniente, un complicado entramado de territorios, vasallajes y poder donde, tras siglos de reinado de la Casa Targaryen, Robert Baratheon se erige como monarca gracias a una revuelta contra Aegon “el Loco” y su hijo, el príncipe Raeghar. En dicho conflicto, que finalizó con la Batalla del Tridente y la traición al rey por uno de los miembros de su guardia personal -Jaime Lannister, apodado desde entonces el Matarreyes-, contó con el apoyo de Invernalia, encabezado por su señor, Eddard Stark.

JUEGO DE TRONOS comienza su acción cuando, en medio de las intrigas palaciegas y la sospechosa muerte de Jon Arryn -encargado de dirigir los asuntos del monarca como Mano del Rey-, Robert acude al Norte para pedir ayuda a la única persona en la que confía para encauzar la corte y el reino: su viejo amigo y compañero de armas, Eddard. Mientras todo eso acaece en el Oeste en las ciudades libres del Este Viserys y Daenerys, los herederos de la derrocada casa de los dragones: los Targaryen, fraguan su regreso y venganza contra el que ellos consideran como usurpador del Trono de hierro.

Ajenos al devenir de estos acontecimientos la Guardia de la Noche vigila desde el anciano Muro más allá de la frontera septentrional de Invernalia. En la actualidad esta hermandad juramentada de guerreros se encarga de mantener a raya a los bárbaros de Mance Rayder el-Rey-Más-Allá-Del-Muro pero su misión originaria aunque olvidada por el paso de los siglos es vigilar y prevenir el advenimiento de Los Otros, dioses del Gran Invierno y la Larga Noche.

En el Sur y de modo mayoritario en los reinos de poniente se adora a los 7: Padre, Herrero, Guerrero, Madre, Doncella, Vieja y el Desconocido pero la religión de los Primeros Hombres y a la que permanece fiel Invernalia es la heredada de los Niños del Bosque. Sin culto ni clero pero con preceptos claros del Bien y el Mal su única manifestación física son los Arcianos o Arboles corazón que hacen las veces de Septo para los fieles y se dice que son los ojos de los hijos del bosque y su conexión con los hombres.

Espadas, Lealtad, Política, Sexo, Engaño, Fé, Magia, Traición, Valor... Con todos estos ingredientes y aún más George R. R. Martin confecciona una grandísima novela a la que merece la pena acercarse para disfrutar de un obra única en el género. Una historia oscura, madura y altamente adictiva a la que, para todos aquellos que esteis interesados, en los próximos 7 días os iremos acercando a través de Emyn Arnen, Inklinks y este Patio de los Senescales.