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Manifiesto de la Mercé. Cuernos y Castellers.

jueves, 17 de diciembre de 2009

"Mercé, Barcelona y Libertad son tres palabras unidas por fuertes y antiguos vínculos. Desde que ya en el siglo XIII, con el impulso de Jaume I, los barceloneses Pere Nolasc y Raimon de Penyafort fundaron la orden mercedaria para redimir a los cautivos, Mercé, Barcelona y Libertad no han dejado de ir juntos y acordes.

Barcelona, ciudad libre, casa de hombres y mujeres libres, plaza de la tolerancia, del diálogo, del civismo, espacio para expresar libremente la diferencia y en el que quien respeta es respetado. La queremos así: viva, palpitante, en ebullición, capital de Catalunya, metrópoli europea, solar nuestro, ciudad abierta, ciudad de todos.

Las fiestas de la Mercé, eclosión de toda clase de actividades, catálogo inacabable de iniciativas populares al cual todos aportan su impulso festivo, han tenido este año nuevamente una feria taurina en la plaza Monumental con un programa de extraordinaria calidad digno de su categoría, que ha reunido a decenas de miles de personas en el histórico coso de Barcelona. Lo celebramos y queremos felicitar a la Empresa y a todos cuantos lo han hecho posible.

Conscientes de que la Fiesta de los toros está aquí en peligro si finalmente prospera la iniciativa legislativa que quiere imponer su prohibición, queremos hacer un llamamiento a todos los ciudadanos de Catalunya. No sólo a los aficionados, sino a todos sin excepción: taurinos, antitaurinos e indiferentes ante la Fiesta de los toros.

Queremos recordar a todos los catalanes que con la prohibición de la Fiesta de los toros lo que podría ser prohibido es una parte de libertad, es un espacio de libertad lo que todos perderíamos. Cada vez que la libertad de alguien se ve negada o limitada, la libertad de todos pierde peso, se debilita, se empequeñece.

Queremos recordarlo ante todo a nuestros representantes parlamentarios que han de tomar la decisión: no es sólo la realidad cultural, festiva, tradicional, económica y social de los toros lo que está en juego: es la misma libertad, es una fracción más de libertad, de la libertad de todos, que con su voto pueden borrar o no de nuestro entorno, y que todos nosotros aquí y ahora podemos perder.

Prohibir, un verbo que tantas veces nos ha llegado impuesto desde fuera, no es algo que nos avengamos a recibir en nuestra tradición ni en nuestra cultura hecha de tolerancia, respeto, pacto, inteligencia, entendimiento y sentido común y cordura.

¡Que las próximas Firas de la Mercé sean una gran fiesta barcelonesa: una auténtica Fira de y por la Libertad!". PERE GIMFERRER


"No me gustan los toros pero menos las prohibiciones"

Albert Riera CIUTADANS

"Yo no estoy de acuerdo con usted pero daría mi vida para que usted pueda decirlo"

Voltaire

El toro en las corridas sufre.

El cerdo ajusticiado familiarmente con cuyas visceras elaboramos selectos embutidos en la matanza de los pueblos sufre.

¿Prohibición del botillo?

Los animales con los que se experimentan los medicamentos que podrían salvar nuestras vidas en el futuro induciéndoles enfermedades, que en muchos casos les son ajenas, sufren.

¿Prohibición de las vacunas y medicamentos?

El cordero al que, de modo doméstico en cada hogar, cortando la vena yugular y la arteria carótida se procede al desangramiento en la fiesta musulmana de Aid El Kebir sufre.

¿Prohibición de la fiesta mahometana en honor al profeta Abraham?

Las especies con las que se desarrollaron muchos de los cosméticos que ornamentan las muchachuelas antitaurinas en toples por San fermín también sufren.

¿Prohibición de los pintalabios? ¿Prohibición de PETA?

¿De verdad va todo esto de maltrato animal o es otra careta más del Bye Bye Spain?



8 Comments:

Carlos said...

Está claro que estos señores que se pondrán hasta arriba de butifarras, el toro les importa un cojón de pato.

Lo que de verdad transciende de todo esto, es que los toros ha estado asociado con una imagen de España que algunos pretenden borrar del mapa de un solo plumazo.

Me gustaría ver a la señora Rahola en tales menesteres si en Cataluña uno de los espectáculos más populares y representativos del nacionalismo catalán consistiese en tirar gorrinos por un puente.

Mucha cara dura hay en todo este asunto y, sobre todo, es una fascistada de tomo y lomo, perpetrada por gentes que son infinitamente peores: giliprogres con poder.

Una senderista. said...

Y yo pregunto, ¿qué es la democracia?, vivimos en una democracia, pero más bien parece que fuera una dictadura al servicio de unos cuantos para oprimir a la mayoría, está prhibido todo, o casi todo, te vigilan con cámaras, no te permiten pasar por determinos lugares, está prihibida las tradiciones nuestras, los de afuera no tienen que preocuparse, pero nosotros tenemos prohibido demostrar nuestra esencia cultural, porque eso ofende a unos cuantos.
Está prohibido hablar en español, pero no ingles, está prohibido llevar una bandera española, pero no pasa nada si llevas una bandera francesa, está prihibido decir que eres español, pero si dices que eres de USA pues de puta madre.
Es como los "otros" que aclaman la libertad a base de poner bombas y matar gente.

Carlos said...

Exacto, Senderista,

es la dictadura de la progresía.

Quda prohibido lo políticamente incorrecto.

Te prohiben fumar porque velan por tu salud, pero te dejan en paro y, posiblemente, sin un plato de sopa que llevarte a la mesa.

Son así de atentos estos mentecatos zapateristas que nos van a llevar a la ruina.

¿Los toros?. Una fascistada que inventó el señor que no se puede nombrar, aunque naciese dos siglos después.

Aquí lo importante es reescribir la Historia como a cada uno le salga de los mismísimos.

Jlin said...

Vaya por delante que personalmente no me gustan los toros, creo que efectivamente el animal sufre digan lo que digan, y sufre para disfrute de las personas. Esto es una opinión y por tanto debatible y discutible.
Lo que es indiscutible es que lo de Cataluña enmascara un claro objetivo político, lo cual es una pena por que están (estamos) perdiendo de vista el norte, empezar a prohibir por prohibir es un (muy) mal negocio e implica abrir una puerta más que peligrosa. Primero se prohibe lo que huela a España, después vendrán otras cosas y al final sólo se tolerará el nacionalismo rancio de ese 27% que votó que si en los referendos del pasado fin de semana. Que pena.

Petri said...

Bueno, no soy aficionada a los toros, y me quedo con la frase de
voltaire.
Si me dan a escoger entre vivir de puta madre toda mi vida y que me maten en una tarde, o que me torturen toda mi vida en una cuadra sacandome leche.. me has hecho pensar.
un saludo

Patata Piloto said...

No me gustan los toros ni que se tiren cabras desde campanarios en no se qué pueblo castellano. Pero como chuletas y escalopines de ternera, aunque todavía no sé de ningún matadero comarcal que venda entradas para asistir a las "ejecuciones" de los sufridos bichos. (Estoy por patentarlo, igual me forro a costa de un montón de sádicos, jejeje).
De lo otro, de si hay política detrás, me abstengo, amigos. El síndrome de colon irritable me prohíbe pensar en ciertas cosas.

Maeglin said...

Si del sufrimiento de la Res no se duda, lo pueril es que otra vez y de acuerdo con criterios politicos taimados hay sufrimientos de primera y de segunda.
Sufrimientos con RH negativo y sufrimientos "imperialistas". El del Toro verbotten, el de los porcinos de Espetec y Casa Tarradellas adelante.
Constanetemente se nos alecciona a ser comprensivos con las culturas ajenas con la regla de oro de no serlo con la propia. No comparto la Fiesta de los toros pero la respeto de igual modo que tampoco comparto el rito del pañuelo gitano y mucho menos el Ramadan o el mencionado sacrificio del Cordero. Pero ahi están todos ellos sin Iniciativa Legislativa Popular alguna será por aquello de tener pasodobles.

Mc Fly said...
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