martes, 22 de octubre de 2013
Tranquilos, que no cunda el pánico.
Esta entrada no es otro plato de autoconmiseración patria ni va de despotricar sobre lo "mala malísima" que es Europa. No es en plan de denunciar lo madrastrona que la Unión Europea es para el Mediterraneo, como tortura a los estóicos y sufridos íberos a golpe de troika. Demasiado demodé. Eso es muy 2012.
Esto va de como, a ritmo de shock económico y matraca mediática como banda sonora, nos despojan de nuestra historia para mercadear con los despojos. Del terrible taladro que, como si fuesemos una manzana de repostería, le quita el corazón a nuestro viejo continente, dejándolo hueco, glauco y sin alma. Objetivo: subastar la piel y los huesos resultantes al mejor postor.
Rebobinemos un poco la cinta para conseguir perspectiva.
Esta entrada no es otro plato de autoconmiseración patria ni va de despotricar sobre lo "mala malísima" que es Europa. No es en plan de denunciar lo madrastrona que la Unión Europea es para el Mediterraneo, como tortura a los estóicos y sufridos íberos a golpe de troika. Demasiado demodé. Eso es muy 2012.
Esto va de como, a ritmo de shock económico y matraca mediática como banda sonora, nos despojan de nuestra historia para mercadear con los despojos. Del terrible taladro que, como si fuesemos una manzana de repostería, le quita el corazón a nuestro viejo continente, dejándolo hueco, glauco y sin alma. Objetivo: subastar la piel y los huesos resultantes al mejor postor.
Rebobinemos un poco la cinta para conseguir perspectiva.
Años 50. Europa llena de cicatrices y muñones de la 2ª Guerra Mundial
asiste impotente a su ocaso, tras siglos de protagonismo, relegada a ser
el gris valle entre dos colosales y mastodónticos poderes emergentes:
Estados Unidos en el oeste y la URSS en el este. En el tira y afloja de
los bloques de la Guerra fría, Europa contra todo pronóstico encontrará
su nueva alma. Se hallará de nuevo en el mundo con unos nuevos ropajes
que la harán lucir como nunca. Las duras lecciones aprendidas de los
totalitarismos en el conflicto mundial, sumados a los cantos de sirena
que le llegan de Oriente y Occidente, construirán la realidad europea
con vocación de tierra de frontera. La nueva mirada económica y social
de las democracias europeas serán recetas eclécticas e integradoras de
las dos orillas enfrentadas. El viejo continente encontrará en EL ESTADO
DE BIENESTAR su horizonte universal y hecho diferencial con el resto
del planeta. La redistribución democrática de la riqueza de los estados
europeos con el objetivo de universalizar la tutela de derechos básicos
como la enseñanza, sanidad o vivienda nos posicionó claramente como el
punto medio entre el capitalismo yankee y el socialismo sovietico.
Consecuencia de la permeabilidad de nuestras sociedades a las
influencias de los dos bloques gozamos de un sistema "puente" que sabía
navegar con lo mejor de ambas y que hoy a los intereses bastardos del
dinero estorba. El mejor síntoma de lo acertado que fue aquel camino
para nuestro continente fue el nacimiento, desarrollo y fortalecimiento
de la Clase Media en nuestras naciones, auténtico salvavidas de la paz
social en una democracia e indicador sincero del progreso de un país.
La crisis norteamericana de las subprime en 2008, las siguientes
concatenaciones de recesión y depresión económica, el estrangulamiento
del crédito, la elevación artificial de los intereses de deuda soberana
en Europa... son las balas con las que se pretende asesinar lo
construido en décadas por nuestros padres y abuelos a lo largo de todo
el continente. Pero el arma más poderosa con la que cuentan son los
serviles politicos locales, que como los fariseos antaño, prefieren
servir al oro que a la verdad.
Nadie en Europa con opciones reales de
gobernar, ni de izquierdas ni derechas, osa levantar la bandera de
nuestro mejor pasado, defender el Estado intervencionista Keynesiano y
contrariar a los que, con más deseos que pruebas, nos repiten con anhelo
hipnótico que el juego se acabó y que nuestra tercera vía es
insostenible. Solo quedan en pie algunos ciudadanos gritando para que
despertemos. Aullando por el atropello y la traición para que todos nos
sumemos a defender el alma de lo que durante unas decadas ha hecho
florecer la mejor Europa que sus pueblos conocieron.
7 Comments:
Buena reflexión, Maeglin. Has dejado las cosas claras, aunque ya estemos cansados de los políticos.
No negaré que la política es necesaria, ya que sin ella la única opción que nos queda es la anarquía y eso sería peor. El problema es la actual clase política, que da más quebraderos de cabeza que soluciones.
No sé cual será la solución definitiva, pero un buen comienzo sería encerrarlos a todos en el palacio de congresos y gasearlos (y no quemarlo, pues luego habría que elegir un gobierno competente).
Además ese nuevo gobierno no tendría porqué ser tan numeroso ni ostentoso (tantos concejales en cada ayuntamiento, cada uno con su cochazo). Aunque esto es ya elucubrar. Lo dicho: primero gasearlos, y luego ya veríamos :D
Es que parece que las soluciones son claras pero no se toman
Darkrosalina creo que lo que necesitamos es poner en valor lo bueno que conseguimos entonces. No dar crédito a los periodistas mercenarios y defender el Estado del Bienestar A nivel ciudadano, sin esperar nada de los políticos.
Montse, seguro que no sería un camino de rosas y que quedaría mucho dolor por pasar, pero al menos estarías construyendo algo. Las recetas predicadas y aplicadas no ahorran nada en dolor y no ofrecen nada para un mañana mejor.
obviamente algo no funcionaba del todo bien en esa tercera vía que describes cuando Europa se ha derrumbado de tal manera (y detrás de Estados Unidos, por cierto). En fin, que hay que seguir viviendo, luchando, y como bien dices desconfiar de los populismos y de las recetas políticas, que a menudo salen peores que la propia enfermedad
besos,
los soluciones son claras, el problemas esta en que quien debe tomarlas es tan parte implicada que mermaría su poder, que no interesa......donde esta la ética, la moral......la dejan en casa cuando se sientan en los escaños.
Si en España por poner un ejemplo Maslama ahora hay más ricos millonarios y muchos más pobres a mí dame el sistema anterior por muy falible que sea frente a esta nueva concepción del XIX.
Hada lo hacen porque ellos seguirán viviendo como antes, ese es su precio, no son ajenos al lenguaje apocalípticos y ahorran para mañana no sufrir lo que nosotros aguantamos en el hoy.
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