En cenas o reuniones de amigos es tema recurrente la fetidez y esterilidad que emana de todo lo que empaquetamos en la palabra "Política". Matando moscas a cañonazos, desechando matices por lo menudo y concluyendo con maneras de sal gruesa en los consabidos lugares comunes:
"Son todos iguales, entre lobos no se muerden"
"Yo en política no me meto"
"Ladrones, sólo saben de llenarse los bolsillos"
"Quien hace la ley hace la trampa"
"Yo de esas cosas no hablo que me cabreo"
Y con esa retahila de ácidas letanías se cierra el capítulo en la mayor parte de las ocasiones. Si bien es cierto que la política de cauce convencional, (Te pregunto cada 4 años y con suerte algo de lo que dije haré), se encuentra estancada de un modo consciente y voluntarioso por la partitocracía, no lo es menos el axioma rotundo de que si no hacemos política otros la harán por nosotros. Y desde luego no se trata de hacernos un carnet, pagar cuotas de afiliados ya a esperar que ganen los nuestros con ansia futbolera para que todo siga igual.
Hoy en día los votos democráticos son sacrificables en aras de los poderes económicos como dolorosamente nos han enseñado PSOE y PP(CIU+PNV) a lo largo de esta crisis. No les ha temblado el pulso a la hora de contradecir e incluso atacar sus promesas electorales cuando el dinero se lo ha pedido. Gente sin casas y casas sin gente. No hay dinero para educación o medicinas pero sí para Eurovegas, para subvencionar centros concertados religiosos o para embajadas nacionalistas donde colocar a parientes.
Puesto que el dinero y no el pueblo es su gasolina, apretemos ahí.
Comprar en un supermercado en lugar de otro es hacer política. Conocer el historial democrático y de respeto a nuestro Estado del bienestar de las organizaciones donde consumimos debería ayudarnos a escoger en el día a día. Cambiar el internet y el recibo de la luz en virtud de a cuantos corruptos e imputados dan cobijo esas marcas. Tener los ahorros en los bancos menos agresivos con las personas desahuciadas y más proclives a la Responsabilidad Social Corporativa (Devolver a la Sociedad algo del beneficio que de ella obtiene. Esto lo tenían en sus Estatutos legales todas las Cajas de Ahorro ahora extintas y sustituidas por Bancos privados). Comprar la entrada de un espectaculo, un disco o película tendrá lectura económica y por tanto política. Cada Euro invertido es un golpe en la puerta de los jefes de nuestros políticos con mayor repercusión de la que admitirán nunca en público.
No hay que gastar ni un céntimo ni esperar a que los de las corbatas organicen un "sarao" electoral para hacer política todos los días. A las conocidas por todos adhesiones en facebook o twitter de causas justas hay muchísimas pequeñas acciones que pueden marcar el cambio. El telediario que decidimos ver, los programas a los que damos audiencia y eco nos posicionan para los mercados que invierten su publicidad en ellos. Pararnos cuando andamos por nuestra ciudad a escuchar las mil y una reclamaciones de todos los colectivos que están sufriendo el "descarte" de los bancos o los mercados es gratis. Change.org ofrece cauces para mostrar el descontento y la no complicidad con determinados latrocinios de nuestro Estado del Bienestar. Al menos que quede constancia de que el robo es contra nuestra voluntad. Y sobretodo si algo te indigna, sal a la calle. Allí verás que no estás tan solo como los medios de comunicación quieren hacerte ver para que sigas quejándote amargamente en el bar o en el sofá. Hablar con otras personas nunca fue malo y en los tiempos que corren de wasap y facebook es casi una delicatesen gourmet. Además sirves de ejemplo para aquellos que todavía se lo están pensando.
En suma no os sintais como Bilbo Bolsón "frágil, disperso como mantequilla untada sobre demasiado pan" por los tiempos que corren. Que nadie os convenza de que nada de lo que hagais cambiará la situación. Porque aceptar eso es asumir el papel de coristas en vuestras propias vidas. Atrevéos a ser protagonistas, atreveos a hincarle el diente a la política.
"No entender de política, ni de sus actualidades,
convencerme que es red de araña, nido de alacranes,
y mutilar mi alma y mi esencia de animal social,
saberme superior a tanta frivolidad"