Photobucket

Mi 11 de Marzo

lunes, 11 de marzo de 2013

Puedo volver a esa mañana.

Recuerdo andar camino de la estación de Cercanías madrugador, apresurado pero contento. Por aquel entonces estaba trabajando para el Fondo Social Europeo, en labores administrativas de los Cursos de desempleados que cofinanciaba. Era mi primer trabajo tras algunos años de Becario en diferentes sitios y, como Steve Urkel, me esforzaba por mantener mi pequeño record personal de puntualidad en el curro.


Cuando ví aquella marabunta ante mí de policía y trabajadores de Renfe que nos impedían el paso ni llegaba a intuir la cascada que se desencadenaría ese mismo día. Mi primera reacción fue de una pueril ignorancia: llamé al trabajo para disculparme por el retraso y me cagué en la Renfe y sus jodidos retrasos achacándolos a una potencial huelga a traición. Pero ahí empecé a despertar, la voz palida y quebradiza con que mi jefa al otro lado me dijo "No te preocupes corazón, llega cuando puedas. Algo ha pasado." Su tono más que empático era de compasión por algo que yo no sabía y que me asustó. Fue en ese momento cuando empecé a dejar de mirarme el ombligo y comenzar a discernir lo que tenía alrededor. Como yo, centenares de personas esperaban los autobuses que supliesen los Cercanías cariacontecidos y despotricando. Cuando llegó el primero y abrió sus puertas saltó la liebre. Dentro dos soldados totalmente equipados bajaron y de entre nuestra propia cola un chaval con estética de Skin pero con pinganillo y gafas de sol se pusieron a revisar los bajos del autobus. !Buscaban Bombas! Una señora a mi lado se persignó y alguna que otra persona abandonó la fila convencida que no le merecía la pena el viaje que comenzase así. Para cuando el bus se puso en marcha ya se oían cosas del estilo "Han volado Atocha" "Han puestos bombas en los trenes" "Ha sido ETA, Eta ha atentado en la RENFE".

Recuerdo esos pocos kilometros hasta mi oficina casi parados en la carretera por el colapso y los controles. La radio del vehiculo y los transistores de los pasejeros no dejaban de rugir información: "Se han encontrado varios cadaveres con numerosas capas de ropa interior. Una práctica habitual en los terroristas suicidas islámicos que desean protegerse así para su llegada al paraiso con sus 70 virgenes tras el martirio" o " Israel ofrece a sus especialistas en atentados para esclarecer la autoría" ,"El dispositivo de emergencias ha funcionado de manera ejemplar. Madrid puede estarorgullosos de sus hombres y mujeres. " "Ha habido un desfase entre los detonadores y la llegada al Andén de Atocha que ha salvado muchas vidas". Lo peor eran los recuentos de muertos que no dejaban de subir, a pesar que como se demostraría más tarde por razones psicológicas nos habian dado números falsos a la baja durante todo el día. Yo entonces pensé que gracias a Dios había sido convocada una huelga Universitaria. De no haberse producido con facilidad se hubiera multiplicado por 2 o por 3 el desastre.



Cuando finalmente llegué a nuestros despachos nadie trabajaba todo el mundo estaba colgado de las radios e internet. Todos preguntabamos por todos y si habiamos hablado con los nuestros para cerciorarnos de que nuestra gente estaba a salvo. Yo ya habia contactado con Andromaca , mis padres y mi hermana respiraba más tranquilo a esas horas. Entonces llegó la noticia de que Angela, una compañera de trabajo habia perdido a su mejor amiga en Atocha. Días después supimos que tuvieron que reconocerla por el abono transporte que encontraron entre los restos de carne y ropa pegadas de lo que solía ser ella. Además el padre de un compañero de facultad que pudo escapar de las bombas de Santa Eugenía se hallaba en un vagón tan cercano a la deflagración que perdió todo audición. Con cuentagotas las bombas se hacían presentes a mi alrededor en forma de muertos, heridos o desaparecidos en mi misma oficina. Volví a llamar a los míos, sintiendo el peligro rondar hasta en los huesos y la fragilidad con que aquel día podía envenenarte la vida . Afortunadamente seguían todos bien.

Recuerdo Barcelona donando sangre por toneladas y volviendo a ser hermana de Madrid cuando las cosas se ponen rudas y duelen de verdad.

Recuerdo las llamadas de amigos y familiares de fuera de Madrid angustiados por lo que iban conociendo.

Recuerdo la manifestación posterior y las miles de velas en cada estación de Cercanías.

Recuerdo el miedo al día siguiente al coger el tren y como se desbocaba el corazón cuando pasabas alguna de las tres estaciones "malditas".

Recuerdo todo ese dolor, angustia y sensación de ser devorados por una serpiente que nadie conoce y de la que nadie se quiere encargar de matar.

Hoy y a pesar de los caidos: MADRID SIGUE DE PIE .



8 Comments:

la reina del mambo said...

Desafortunadamente esa serpiente no es que nadie la mate, es que la alimentan cada día. Y me temo que tendrá que auto destruirse.
Un beso

maslama said...

yo estaba en Barcelona, trabajando, parte de mi familia en Madrid. Teníamos en el despacho una tele sin sonido, no ese día, siempre estaba allí. De repente empezaron a aparecer las imágenes, y poco a poco lxs compañerxs se fueron juntando alrededor del aparato. Al principio no me entró en la cabeza que fuera Madrid, me lo tuvieron que decir algunas veces para que lo entendiera. Después, unas horas infernales intentando localizar a familiares y amigos, con todas las redes caídas y los móviles sin cobertura. Y más tarde, la tristeza y la rabia, la incomprensión, ¿qué idea puede justificar una sola muerte?. Esos son mis recuerdos del 11-M

besos,

raindrop said...

Una herida que nos alcanzó a todos. A casi dos centenares les costó la vida. Muchos heridos, algunos con secuelas permanentes, y numerosos afectados. Y un trauma en el ánimo que aún perdura.
Y ni así se han podido unir para recordarlo, 9 años después.
No sé de qué estamos hechos...

natsnoC said...

Este atentado hizo mucho, muchísimo daño. No ya por lo terrible del mismo y las centenares, millares, de familias rotas sino porque (y aquí hay que resaltar el contraste con el 11-S americano) la sociedad española se quebró de una manera infame.

Y aún sigue así.

La culpa, de nuevo, de los políticos.

Maeglin said...

Los años me hacen compartir cada día más ese mismo pensamiento Reina

Maeglin said...

Raindrop si a cualquiera de nosotros nos extirparan así las personas que más quisieramos sería dificil no estar enfadados con el de al lado y con el mundo.

Maeglin said...

Supongo que el vertigo de estar lejos Maslama te hizo vivir unas horas de incertidumbre muy duras.

Maeglin said...

Estoy de acuerdo contigo NatsnoC en que quizá el principal daño que hizo el 11-M fue el de separar aún más a los que no estaban cercanos y hacer irreconciliables a los que ya vivian alejados entre sí.