Erase que se era, allá por los finales del 2003, un pimpollín galego, con planta afable y bien "colocao" desde su último año de carrera al que su papá putativo,
el Rey Josemari, un buen día llamó a consultas en su castillo de Genova.
Al llegar a la cita ante el trono paterno descubrió que dos de sus más aventa
jados
hermanos se encontraban esperando ya allí. Tras unos minutos de tensa y protocolaria espera, el patriarca popular se apareció ante ellos de la mano de una hermosa joven de 28 años lujosamente ataviada, portando gran catidad de oros y riquezas variadas. Era una visión esplendida y envidiable. Cuando los tres recobraron la atención así el monarca les habló.
J- Hijos míos os presento a
España mi última y más amada esposa. Durante los pasados 8 años de mi vida el primero y el último de mis desvelos ha sido para con ella. Todo mi empeño ha sido que se codeara con las más grandes y más bellas, pero sobretodo con las más ricas. Y de esto último habla mejor que nadie la dote que la acompaña en forma de superavit. En buena parte mi labor la encuentro desempeñada, pero he de elegir para ella un nuevo marido que la acompañe durante los próximos años y por eso os he mandado llamar.
Rodrigo y Jaime, bien habeis servido ambos y destacado entre los buenos con vuestras respectivas parcelas, pero no habéis sido llamados a encarar esta tárea. No quiero Rodrigo que al volver la vista atras, y ojear nuestras fotos pasadas, España tenga dudas de quien la vistió de riquezas si tú o yo . Tampoco deseo Jaime que obsesionado con que nadie la toque, mancille o la reste porción alguna se instale en ella el pesimismo y la desazón continua. Por ello es que elijo a nuestro
Mariano como Principe heredero y futuro marido de España. Su talante relajado y su perfil no excesivamente alto, lo convierten en idóneo para ejercer de piloto automático en el gran milagro que mi esfuerzo y tesón han obrado en ella, sin hacerme sombra alguna de cara a la historia.
- !!Pero Padre, no sabemos si ella lo ama!! - lamentaron juntos Rodrigo y Jaime- Ni siquiera si le cae bien o quiere pasar los siguientes 4 años de su vida junto a él. ¿Y si a rondarla otro candidato viniera con una rosa en la mano?
- Despreocupaos por ello pues en los últimos meses no he dejado de enviar a pueblos y burgos, puertos y plazas a mi sirviente
Demoscopio y la respuesta es siempre la misma. Lo quiere del modo que lo tiene que amar, con amor reposado tibio para él y con veneración hacia su predecesor o sea yo. La decisión está tomada.
Pasaron los meses y Mariano comenzó a frecuentar a la que todos en los dominios de Genova nombraban ya como su futura esposa: España. Y muy galante la roneaba que si "yo te traeré el G-8" que si "yo desterraré la mala hierba del Paro en tu jardín". Demoscopio bufoneaba y daba volteretas satisfecho, trayendo siempre noticias positivas en su encuesta a Monarca y heredero.
Pero pasó lo impensable, sucedió lo terrible y algo quedó roto para siempre. La hermosa y florecientemente internacional joven en disputa, volviendo de una presentación de gala a la que acudió amadrinada por sus nuevas amigas America e Inglaterra, fue asaltada por un embozado de piel aceitunada y mirada ojerosa. El asaltante desconocido la golpeó y arrastró, la quemó y arañó, la violó tanto como pudo, la hizo sangrar por dentro y fuera dejándola en el suelo inconsciente a escasos días de la pedida de mano. Ya en el hospital sus pretendientes se turnaban para consolarla y reconfortarla como mejor sabían de cara a la decisiva jornada que en pocas horas tendrían lugar.
- Nosotros lavaremos la afrenta, cogeremos a los responsables se encuentren en desiertos o mares. Si nos eliges a sangre y fuego recorreremos el mundo y pasaremos a cuchillo a quien así te puso.
No dejaba de hablarla exaltado el marido saliente y ya ex-monarca JoseMari, con cuyos gritos jamás llegó a oir en aquellas horas tan negras palabra alguna del pretendiente gallego que tras él murmuraba timido.
Fue en aquellos días cuando la bohemia y espigada figura de un artista nomada venido de León
cobró fuerza. En los últimos días previos a la elección de marido y posteriores al ataque de la joven no perdió ocasión de frecuentarla. Cogiendo su mano delicada y amorosamente le cantaba cantinelas, recitaba poemas y contaba cuentos de final feliz que la reconfortarán su convalecencia.
- En verdad que tú ya eras hermosa antes. ¿No te recuerdas ya con 20 años?¿No recuerdas cuanto amor te dimos los que como yo te vimos? -le susurraba
Jose Luis mientras le tendía con su mano una rosa-No requieres esos vestidos, mucho menos ese oro. Tampoco asistir a fiesta o reunión alguna. Ni que te escuchen ni vean demasiado por ahí fuera pues es por ello y con ellos que te encuentras postrada y sanguinolenta en esa cama. Es por querer aparentar que nos han dado esta lección. Es por haber salido de tu casa y meter la pierna en la ajena que hoy estamos aqui dolientes. Es porque ellos mienten, te han mentido y lo seguiran haciendo. ¿Venganza? Por haberte abierto los ojos poca te ofrezco yo, más bien reconciliación, cuentos sufíes y jornadas de autoreflexión hasta que veas cuan justo fue esa llamada al orden que te han hecho. Alianza entre presas y predadores, eso sí festiva y enguirnaldada, he oido que Mongolia dirá que sí. ¿De dinero? Eso es hablar de cosas feas, pero ten por seguro que muy mal habría de administrarte para gastar el ahorro de tu dote. Soy frugal, viviremos de las nubes, de las flores, de canciones, de nuestro amor y con lo mínimo seremos felices. Si me eliges nadie nunca más te pegará del modo que lo ha hecho ese 11 de marzo.
Tras estos parlamentos España se retiró a sus aposentos a pensar en las promesas de uno y otro. A los pocos días las trompetas y tambores anunciaban el feliz enlace y ajeno al decoro o la fidelidad Demoscopio ya bailoteaba por allí contando a quien quisiera oir como la gente de pueblo y ciudad parecía haberselo pensado mejor.
Solo en una esquina sombría Mariano masticaba su "te quiero como amigo". Mientras la nueva y flamante pareja comenzaban a destejer lo tejido por su padre y que en boca del nuevo feliz esposo la había avocado a la violación extranjera. Que, como no hay mal que por bien no venga, la había hecho descubrir que poco le convenía esa amiga pija, la tal America con la que habia andado y que mal vivir la habia dado su anterior marido. No más sangre por petroleo canturreaban con el laud y comenzaron las fiestas en casa. Nada de salir al exterior, siempre invitando a gente exótica y de fuera con mucho que compartir: la muchacha Turca, Bolivia, Venezuela y Cuba eran fijos a los saraos. Eran los días en que los saltimbanquis vascones y los artesanos payeses últimaban una gargantilla que junto a Jose Luis querían regalarle a Mariano el perdedor, sin rencores: Cordón sanitario lo llamaron.
CONTINUARÁ